21 ene 2012

Me apunté a boxeo

Me apunté a boxeo el pasado mes de diciembre y es que desde pequeño me han gustado las artes marciales y también el noble arte de dar “mamporros”. Creo que tengo una personalidad un poco dicotómica en ese sentido, me gustan las buenas acciones y la gente que hace de este mundo un lugar mejor pero también tengo mis momentos de “malotillo”.

La verdad es que me lo paso en grande, os animo a todos a que os apuntéis para probar, casi seguro que os gustará y terminareis tan enganchados como lo estoy yo después de solo mes y medio.

Las ventajas son varias, la primera, una importante dosis de autoestima. El aprender a defenderte, por lo menos en mi caso, me ha dado un plus de autoconfianza muy positivo para mi personalidad. Nada más salir del entrenamiento me siento muy seguro de mi mismo.

Lo segundo, te desfogas, últimamente he tenido cientos de cosas en la cabeza que me han impedido tener el control completo de mi vida, y el boxeo ha sido una válvula de escape para todos los pensamientos locos que me han tenido secuestrado desde mediados de diciembre.

Lo tercero, haces deporte, en la sesión que suele durar una hora se trabajan todos los músculos del cuerpo, coordinación, resistencia física, y la táctica de combate y de defensa, en definitiva, uno de los deportes más completos que he practicado en mi vida.

Cuarto, te pones cachas, que en este mundo en el que vivimos en el que todos andamos medio atontados por el físico se nota. Y también ganas peso si eso es lo que necesitas como en mi caso, o lo pierdes si es lo que necesitas.

Por lo tanto, si no eres una persona que tenga tendencias agresivas, porque el boxeo te las va a acentuar, te animo a que hagas como yo y te apuntes a dar unos cuantos mamporros al saco de arena, por cierto, los primeros meses no recibes apenas golpes, solo en los guantes.