El mundo está al revés

Siempre lo he sabido, pero ahora creo saber por qué lo sabía. Hay muchas cosas que no funcionan para algunos y sin embargo sí funcionan para otros y eso es algo que me duele cuando compruebo que mucha gente lo único que hace es defender sus propios intereses por encima de otras personas que son incapaces de percibir el juego.

Este mundo me duele, a veces no encuentro las respuestas a tanto desconcierto, a tanta injusticia, a tal cantidad de víctimas. Y por cada víctima hay un verdugo incapaz de encontrar la piedad en su corazón cuyo plan es subyugar la voluntad del débil, su espíritu y en muchas ocasiones su bien más preciado, su vida.

Darse cuenta de que hay gente que lo único que hace es utilizarte es muy doloroso, me ha costado muchísimo darme cuenta de ello, pero al final lo he visto claro. Es así, el mundo es un lugar inhóspito, porque las personas hacemos que así sea, no se le puede exigir a nadie que haga nada, pero duele percibir como unos pocos se aprovechan de otros muchos.

Supongo que todos tenemos momentos en los que debemos elegir el camino que queremos seguir, y el mundo que queremos dejar de nuestros pasos, y encima de intentar no solo lo mejor para nosotros mismos sino para los demás, hay que combatir a la gente que se interpondrá en nuestro camino con las más oscuras intenciones, con las más pérfidas y refinadas artes del yo sólo miro por mi propio beneficio a cualquier precio.

Esto hace que me cuestione qué es lo que yo ofrezco y a quién se lo ofrezco, no puedo dar lo mejor de mí mismo indiscriminadamente porque hay mucha gente que no lo merece, que no lo aprecia, que lo envilece y se ríe de ello, gente que hacen que este mundo sea un poco más inhóspito y frio.

No sé qué más me queda ya por aprender, pero aprender esto ha sido dolorosísimo para mi, algo dentro de mí ha quedado inutilizado irremediablemente, un pedazo de mi alma ha quedado congelada, y ahora debo reconocer que entiendo un poco menos el mundo que me rodea, es como si viera el negativo de una fotografía en el que los colores se han dado la vuelta y te muestran el blanco como negro y el negro como blanco.

El ser humano no se ha cansado nunca de ofrecer respuestas a los temas centrales que le preocupan durante todo el desarrollo de la cultura desde hace decenas de siglos, y eso hace que me pregunte, ¿realmente hay una respuesta válida? O solo es una búsqueda interminable que solo sirve para aliviar el sufrimiento existencial pasajero.

Hoy estoy dolido, porque percibo que el mundo está al revés, que hay mucha gente que no merece lo que tiene porque lo ha conseguido dejando trás de sí un mundo peor para los demás. Quizá esto sea así para siempre, pero entonces tengo que revisar mis creencias, y adaptarme a esta nueva situación.

Madrid, mi ciudad

Madrid es la ciudad que me vio nacer, de esto hace ya más de treinta años, cuando era pequeño era todo mi mundo, un mundo que por otra parte se reducía a unas cuantas calles, un par de autobuses de línea, el colegio, el patio de mi casa y poco más, Madrid por aquel entonces se encontraba en mi interior, era mi patria, mi refugio, mi bandera y poco más.

Desde hace mucho tiempo que busco la belleza de esta ciudad y pocas veces la he encontrado, pateándome la Gran Vía de arriba abajo con sus gentes interesantes, los grupos de chicas que van de compras o a tomar algo, los amigos que se encuentran para escapar un poco de la monotonía, los turistas que pronto se dan cuenta que Madrid es una ciudad inhóspita y fría.

Uno de sus atractivos principales es el Paseo de la Castellana, una grandiosa arteria pensada principalmente para el tránsito de vehículos, en la que se descubre el Madrid artístico con el Museo del Prado siempre hirviendo de turistas, donde los madrileños hemos guardado nuestro legado pictórico para que no moleste.

Recorriendo este enorme bulevar que es la Castellana te topas con los barrios más elegantes y adinerados del centro de la capital, la calle Serrano con su Milla de Oro y sus pijos de nivel, el barrio de Salamanca, donde a muchos de los autóctonos les gustaría vivir, reflejo efímero de la clase alta de la sociedad madrileña.

Y ahora en el norte de esta gran vía, el alcalde de turno ha plantado una serie de rascacielos que nada tienen que ver con el Madrid moderno, con el antiguo, ni con nada, pero ahí están, cerca del barrio en el que vivo ahora con mis padres y donde viví mi infancia y adolescencia.

Otro punto emblemático de la ciudad es el parque del Retiro, que era la finca de no sé qué rey absolutista y que en algún momento pasó a ser propiedad del pueblo, el Retiro, otro magnífico lugar para escapar de la ciudad, con su lago, sus barcas y sus familias y parejas paseando bajo el sol, rodeados de verde, música y risas.

En ninguno de estos sitios he encontrado yo mi lugar, mi ciudad, la ciudad que haga enamorarme de ella, que me haga sentir que soy de aquí. Pero hace poco pasee por el Madrid antiguo y he encontrado algo que sí ha despertado en mi algo parecido a agradecimiento a la ciudad, a cierto tipo de afecto.

Me parece que he redescubierto que Madrid se lleva por dentro, es un estado de ánimo, ella surge ante tus ojos a la vez que la vas sintiendo, y para eso es fundamental pasear por el Madrid de los Austrias. De nuevo, como cuando era pequeño, la ciudad surge de dentro, ya no como refugio, si no como aliada, compañera, cómplice en este sin sentido en el que muchas veces se convierte la vida.

Reflexiones sobre el terrorismo

No es fácil en España hablar abiertamente sobre ETA, porque las bombas y los muertos se han instalado en la memoria colectiva como el que deja carne en la nevera y termina pudriéndose y oliendo mal.

En mi búsqueda de temas de los que hablar éste es uno de los que sin duda todos tenemos algo que opinar, que decir o que denunciar.

Lo primero, no entiendo a los que en defensa de sus intereses deciden que la vida de los que no piensan como ellos es la moneda de cambio en la negociación, es decir, que van a conseguir sus objetivos a cualquier precio y en la demostración de sus intenciones empiezan por el final, eliminando al contrario y aterrorizando a los del otro bando.

Las víctimas del terrorismo leerán esto y pensarán, este tío es un poco frio, no se ha enterado de nada, todos somos víctimas del terror y en mi caso, pensará ésta hipotética víctima de carne y hueso, mi vida ha sido un infierno por culpa de unos psicópatas desalmados, que negociación ni que consecución de objetivos ni que leches.

ETA está instalada en mi memoria desde que tengo uso de razón, si es que tengo en realidad ese don, para mí son el “coco”, “el hombre del saco”, el archienemigo del comic, una especie de otra raza de humanos, más bien poco humanos, y ¿que se hace con el coco?, se le espanta, ¿al hombre del saco?, se le elimina mediante la razón, ¿al archienemigo?, se le vence y a ¿esa otra raza de humanos?, se les estudia para introducirlos en el archivo de especies conocidas.

No tengo la receta para que las víctimas dejen de sufrir, para que los vascos que no quieren ser españoles no sufran por ello, para que el conflicto no genere dolor, para que no haya muertos, ni si quiera daría mi vida por ello, como hay mucha gente que sí lo ha hecho, es decir, no conozco el conflicto desde dentro, lo que seguramente cambiaría mi percepción.

¿Consejos a los terroristas? Que miren en su alma y le pregunten si la nacionalidad que aparece en el carnet es tan importante como para borrar la vida de un semejante, con el dolor y sufrimiento que ello genera, ¿Consejo a las víctimas? Que perdonen, la vida puede ser un lugar mágico, repleto de buenos momentos y así honren la memoria y el vacío que dejó la persona amada, el hermano o el hijo.

Nunca, jamás, prohibido, caca, no se negocia presionando tanto a la otra parte que no le dejes la más mínima oportunidad de poder llegar a un acuerdo de mínimos, ERROR. Es una negociación que en realidad no quieres que se produzca, es la estigmatización de una lucha vacía de contenido, sí joder, vacía de contenido, que busca presionar tanto a los de fuera como a los de dentro.

Bueno, un tema poco sencillo de tratar sin que se te salga el corazón un poco del sitio y por eso voy a dedicarle un minuto en el post a pensar lo que tienen en la mente otras personas pero que vivan por ejemplo en el África pobre, ¿Qué tendrán instalados ellos en su memoria colectiva? Las mujeres árabes de los países más retrógrados, Dios mío, las personas maltratadas o esclavizadas a lo largo y ancho del planeta… En fin, parece que lo de ETA en comparación es una minucia.

Elecciones en España

Ya no formo parte de las huestes de la Agencia Efe y una de las cosas que más echo de menos es publicar, así que “leña al mono”.

Estoy un poco jodido estos días por una chica pero bueno, ahora mismo escucho “The Magic” del grupo británico JOAN AS POLICE WOMAN, soul moderno, muy recomendable.

Hace poco los ciudadanos españoles le otorgaron la mayoría absoluta al PP (Partido Popular), el partido conservador, en unas elecciones que hubiera cubierto como reportero pero que al final no cubrí al no continuar en la Agencia.

En resumidas cuentas se puede asegurar que la crisis ha castigado a la izquierda española, al PSOE (Partido Socialista Obrero Español).

Zapatero, el presidente saliente, ha dirigido el timón durante dos legislaturas muy muy distintas, la primera marcada por la llegada al poder después de los atentados del 11-M, con una oposición obstinada en calificar al Gobierno de incapaz de hacer frente al terrorismo de ETA, en un enconado tono de crispación, durante 3 años más o menos, y para los que creemos en el diálogo, tres años insufribles.

Y digo, creo en el diálogo, sí, primero con tus semejantes, con los que no matan, y después con los que sí matan, para decirles que dejen de matar y hacerles ver su equivocación. Pero no es de esto de lo que quiero hablar.

Después de la primera llegó la segunda etapa, desde 2008, marcada de una forma superlativa por la crisis, la jodida crisis.

Lo primero que hizo Zapatero fue negarla, la economía muchas veces es un estado de confianza basada en sentimientos más que en razonamientos, e hizo lo que consideró correcto, pensó “lo que se avecina no va a ser para tanto, mejor calmar las cosas de momento”, PUM, y eso le explotó en la cara, su falta de previsión se convirtió en un argumento rumiado por la derecha para escarnio del presidente.

Una crisis ha destrozado el empleo, el crédito, el prestigio, si es que lo tenían, de los bancos, la confianza en los políticos, que ahora se perciben como títeres de los intereses económicos, las ilusiones de cientos de miles de jóvenes, en tener un empleo digno, una vivienda en la que poder iniciar una vida, la dignidad de decenas de miles de personas que se han visto, después de un durísimo tránsito hacia el infierno, despojados de sus viviendas, sueños y esperanzas, y más cosas que me dejo.

Resultado, cuatro años de mayoría absoluta de los conservadores del PP, liberalismo económico mezclado con una tradición de clanes poderosos por encima del bien y del mal, menos libertad de prensa, menos sector público y el que hay bajo el yugo del conservador de turno, menos derechos sociales, en fin, ya haré balance de su actuación.

Pero para mí, la reflexión final es que la izquierda necesita renovarse, cambiar el chip, a mí personalmente me gustaría que fueran más de centro sin perder su identidad socialista, más centrados en la economía, más competitivos, menos inocentes, menos “buenistas”.